¿Te has leído los consejos que damos en Super Tasador para vender un coche de segunda mano? ¿Ya tienes una idea del valor del coche usado y de donde poner el anuncio de compra-venta? Bien, pues antes de que sigas, hay que ser conscientes que nuestra forma de conducir puede producir ciertos desgates y averías que deberían ser evitadas si queremos tener un coche en buen estado. Además, en caso de que una de esas averías se reproduzca en mi coche, su valor de venta se verá reducido y no queremos eso.

Vamos a enumerar a continuación cinco de las costumbres más comunes entre los conductores y las posibles averías que se pueden producir, para que en caso de verte identificado con alguna de ellas, revises lo necesario antes de vender un coche usado para que no baje su valor.

  • Mantener la mano en el selector de marchas sin usarlo. Ésta es una de las costumbres más extendidas entre los conductores, pero es una costumbre bastante mala. Aunque no lo parezca, la mano apoyada sobre la palanca de cambios genera presión sobre los mecanismos internos de la caja de cambios y puede llegar a producir holguras, que no entren las marchas como deben o que directamente, no entren, puede producir sonidos raros  y en general, un mal funcionamiento. La reparación puede ser muy cara llegando a sobrepasar los 1.000 euros por mucho. Si eres de esos que conducen con la mano en la palanca de cambios, revísalo antes de vender un coche.
  • Pisar el embrague continuadamente con el coche parado. Costumbre tan común como la anterior e igual de mala. Mantener pisado el pedal de embrague con el coche parado no sirve de nada, solamente para provocar un desgaste prematuro en el sistema de embrague, holguras y un mal funcionamiento.
  • Abusar de los frenos en determinadas circunstancias. Todos nos hemos visto en la tesitura de tener que bajar un puerto de montaña alguna vez en nuestra vida como conductores, y el común de las personas no lo hace como se debería. No sería la primera vez que al llegar el final del puerto a la mayoría de los coches que nos acompañan en carretera le chirrían los frenos y eso, es por sobrecalentamiento. Pero a parte de sonar, también se puede deformar las pastillas y doblar los frenos, creando vibraciones, desgastes inadecuados e incluso, serios problemas al frenar.
  • Circular con el motor a pocas revoluciones. Seguro que habéis buscado por Internet muchos consejos como éstos que os damos en Super Tasador, pero enfocados a rebajar los consumos. Y seguro que en muchos de ellos te decía que tienes que cambiar pronto de marcha para que el motor no trabaje muy revolucionado y así, gastarías menos. Craso error. Un motor no debe girar muy bajo de revoluciones porque existe el problema de acumulación de carbonilla, pudiendo estropearse la válvula EGR, el catalizador o incluso el filtro de partículas de los diésel. Averías que no son baratas, sobre todo las dos últimas. Para ahorrar combustible, la velocidad constante y que el motor trabaje en la zona de par son esenciales. Y además, evitas averías que bajen el valor de un coche de segunda mano.
  • No revisar la presión de los neumáticos. Ésto es de las cosas más comunes que puedes encontrar en España. El 85% de los conductores no le hace ni caso a los neumáticos a pesar de ser la única parte del coche en contacto con el suelo y ciertamente, puede ser muy peligroso. El no revisar la presión periódicamente, mínimo una vez al mes aunque sería mejor un mínimo de cada 15 días, puede provocar que los neumáticos se desgasten de manera irregular, provocando falta de agarre, mayor consumo, ruido de rodadura elevado y cosas por el estilo, como deformaciones en la banda de rodadura. Y no penséis que no pasa nada, que se llena de nuevo y ya está, una vez deformado el neumático, hay que cambiarlo. En los casos más extremos podrían llevar a reventar, con el consiguiente percance.

Si tu amigo lector, llevas a cabo cualquiera de estas practicas, te recomiendo que lo revises todo antes de vender un coche usado, pues podría llegar a perder más de 1.000 euros en su tasación final.