En España la picaresca está a la orden del día y no es nada extraño encontrarnos con muchos coches de segunda mano con el cuentakilómetros manipulado y con sus kilómetros claramente reducidos. Ésto se considera una estafa y por tanto, un delito, pero a día de hoy las autoridades no parecen tener realmente mucho interés en hacer desaparecer esta práctica. Por ello, os vamos a contar algunas pautas a seguir para saber si los kilómetros que marca el odómetro son reales o han manipulado el marcador y nos están intentando colar un chollo que no tiene nada de chollo.

Cuando un compra-venta especializado adquiere un coche, por norma general, suele darle un repaso y corregir pequeños fallos para que el coche esté en perfectas condiciones. Eso al menos es lo que nos venden muchos profesionales, pero la realidad es bien distinta. Hay que aclarar que no todos los compra-venta profesionales actúan de este modo, pero solo falta que no tengamos ciertas cosas en mente a la hora de comprar un coche de segunda mano como para que justamente, nos encontremos con el compra-venta estafador y nos la cuele.

El primer consejo que vamos a dar es que hay que ser realista. Cualquier chollo que nos podemos encontrar, como puede ser un Volkswagen Golf TDi con menos de 70.000 kilómetros, más de 5 años y un precio por debajo de los 5.000 euros, no es precisamente el chollo que estamos buscando. Si miras un poco en las diversas páginas de compra-venta de coches de segunda mano que hay en internet, encontrarás que este mismo coche tiene un precio de entre 6.000 y 9.000 euros y nunca tendrá menos de 100.000 kilómetros.

Así que, con ésto en mente, hay ciertos puntos del coche que nos dirán como ha sido cuidad y además, una aproximación a su kilometraje, como puede ser el desgaste de ciertos elementos como el volante, el mullido y el tapizado de los asientos, los pedales también pueden decir mucho del coche, la botonera desgastada también es síntoma de mucho uso y por tanto, posibilidad de muchos kilómetros… en definitiva, hay que revisar todos los elementos susceptibles de desgaste y comprobar en que estado se encuentran. Es lógico, que en un coche con 30.000 km, los tiradores de las puertas no deberían estar pelados (por ejemplo), el volante debería tener el tapizado en buen estado y con un mínimo de brillos y que por ejemplo el fuelle del selector del cambio no tendría apenas marcas de desgaste.

Cuando hablamos de coches de importación, alemanes por poner algún ejemplo, debemos tener en cuenta que las Autbahn cuentan con tramos sin límite de velocidad (en realidad, el límite es variable según condiciones de la vía y atmosféricas) y se circula por ellas a velocidades realmente altas, por ello, las distancias que se recorrer a diario son el ocasiones más altas, por lo que sería normal que un coche con un año de vida tenga alrededor de 30 0 40.000 km y poco desgaste al haber sido usado en autopista. Lo mejor es pedir el libro de revisiones con sus respectivos sellos de taller para poder comprobar el historial del vehículo. Es la única manera de justificar los kilómetros recorridos, al menos en España. En caso de no tenerlo, desconfíen y lleven el coche a un taller de confianza.